La calefacción está encendida, pero uno de los radiadores sigue helado. No te preocupes, es un problema muy común. Lo bueno es que hay una solución rápida.
Ahora que la temperatura está bajando, es posible que hayas subido la calefacción de tu casa sólo para descubrir que uno (o más) de tus radiadores de agua caliente sigue frío. Si un solo radiador no genera calor cuando el resto del sistema parece funcionar bien, el problema puede ser que haya aire atrapado en el radiador, un problema común en la calefacción por agua caliente. Antes de llamar al fontanero, intente resolver el problema usted mismo purgando el radiador. Se trata de unos sencillos pasos y las herramientas necesarias son mínimas. Inténtalo. En un abrir y cerrar de ojos tendrás la casa caliente.
Paso 1
Antes de empezar, es importante asegurarse de que la calefacción está apagada. Si la dejas encendida durante este proceso, existe la posibilidad de que introduzcas más aire en el sistema.
Paso 2
A continuación, busque la válvula de purga del radiador. Esta pequeña válvula suele estar situada en la parte superior de un lado del radiador. Una vez que la encuentre, necesitará la llave del radiador. Si no tienes una a mano, puedes comprar una en tu ferretería local.
Estrictamente hablando, no necesitas una llave de radiador. En caso de apuro, puedes intentar utilizar unos alicates de punta para girar la válvula. Además, algunas válvulas están ranuradas y pueden acomodar un destornillador de cabeza plana.
Paso 3
Gire lentamente la llave del radiador (o los alicates o el destornillador) en sentido contrario a las agujas del reloj aproximadamente media vuelta para liberar la presión del aire. Sabrá que está funcionando si empieza a oír un siseo cuando el aire atrapado sale del radiador: es el sonido del aire que se escapa y del agua caliente que entra. No te sorprendas si empieza a gotear un poco de agua. Coge un paño seco (o un cuenco pequeño) y úsalo para recoger las gotas.
Paso 4
Cuando la válvula de purga libere repentinamente un chorro de agua constante en lugar de gotas más pequeñas llenas de aire, sabrá que ha eliminado el exceso de aire. Gire la válvula de purga en el sentido de las agujas del reloj para apretarla, ¡y ya está!
Paso 5
Repita este proceso en los demás radiadores de su casa, incluso en los que funcionan bien. Es bueno acostumbrarse a purgar los radiadores porque así se reduce la presión general del sistema de calefacción. Después de purgar los radiadores, vigile la caldera para asegurarse de que funciona correctamente y mantiene la presión adecuada.
Este tipo de sistema de autopurga hace que las válvulas expulsen el aire sobrante de manera automática, es decir, no necesitan manipulación para realizar correctamente su función. Es posible que tu radiador no caliente bien y se deba al mal funcionamiento de una de estas válvulas por lo que te aconsejamos te pongas en contacto con un profesional antes de intentar arreglarlo.
Si prefiere que seamos nosotros los que le llamemos, déjenos su nombre y su teléfono y nos pondremos en contacto con usted con brevedad.